viernes, 4 de julio de 2008

Olimpiadas manchadas, Juegos Olímpicos manchados

Lejos del objetivo que buscaba el francés Pierre Frèdy -conocido como elBarón de Coubertain-, ideólogo de los juegos olímpicos modernos, lossímbolos y los conceptos ligados con esta práctica en la etapa de laGrecia Clásica se fueron perdiendo.
Las actividades que hicieron de antesala de la apertura de Beijing 2008sirvieron para marcar claramente la diferencia que existe entre lossignificados de “olimpiadas” y “juegos olímpicos”, y reflexionar sobre elpoco valor que actualmente tienen estos términos.
Desde su origen, Olimpia, la tierra donde se iniciaron los juegos, fuesinónimo de paz. Se trataba de un territorio neutral donde las diferenciasquedaban de lado y sólo había lugar para quienes buscaban la superaciónpersonal a partir del culto por el físico.
No había espacio para las agresiones. La guerra no sólo se interrumpía enOlimpia, sino que daba una tregua a las personas que procuraban un mejorrendimiento entre unos juegos y otros.
A esta etapa se lo llamó “olimpiada”; una suerte de pacto de no agresiónpara evitar que, aún en tiempos de guerra, se perdiera el espíritu de los juegos.
En la modernidad, la olimpiada se convirtió en el plazo de cuatro años queexisten entre la realización de unos juegos olímpicos y otros; con cambiosde sedes y torneos preparatorios y clasificatorios para conseguir un lugaren la competencia.
Los conflictos desatados por la violación constante de los derechoshumanos en la zona de El Tibet, los reclamos para poner freno a los abusosy las represiones por parte del gobierno chino empañaron esta época debonanza y de confraternidad. Sin olimpíadas pacíficas, difícilmenteexistan juegos olímpicos pacíficos.
De algún modo, fue una advertencia para que los deportistas supieran que,lejos del sentido lúdico que los griegos daban al deporte, los anillosolímpicos están manchados.

No hay comentarios.: